Siete meses de la DANA: los vecinos de El Campillo, sin un camino digno por el que pasar

Este jueves se cumplirán siete meses de la DANA que devastó buena parte de la provincia. Una granizada sacudía el Poniente en esa madrugada y luego llegaba el turno de la lluvia torrencial. No pocos puntos del territorio almeriense se vieron afectados, y, aunque en la mayoría de la población ya sea un mal recuerdo lo que ocurrió, hay zonas que siguen sufriendo a día de hoy los efectos del temporal. Una de ellas es la barriada de El Campillo, en Purchena, a una decena de kilómetros de Oria.

Antes había un acceso en doble sentido, de entrada y de salida, pero la fuerte lluvia lo destrozó y el camino está reparado, pero a medias. En fotografías llegadas a Diario de Almería se puede comprobar cómo el camino presenta aún graves daños que afectan a la circulación de vehículos. Ya en enero, el PSOE, en la oposición en el Ayuntamiento, denunciaba la situación que deben vivir quienes habitan este territorio. “En lugar de realizar una reparación digna y devolver al municipio el acceso de doble sentido de circulación del que disponía, el PP ha optado por echar tierra para que puedan pasar los vehículos en un único sentido”, explicaba entonces el concejal Eusebio Santos.

Es una complicación más para que los habitantes de El Campillo se puedan comunicar con los municipios más cercanos. Más de cuarenta personas residen en este núcleo poblacional y buena parte de los habitantes son personas de edad avanzada. Los problemas de acceso no son nuevos, forman parte de la historia de la pedanía, y han sido motivo de pelea entre populares y socialistas durante años, cambiando las quejas de dirección según gobernaban uno u otro. Cada vez que llueve, los vecinos de esta barriada miran a su camino temiendo quedarse incomunicados.

El desborde de la rambla volvía a despertar los problemas del pasado en el mes de octubre. En Purchena llovió, y bastante. Joaquín Navío, teniente de alcalde de la localidad, contaba entonces a este mismo rotativo que se produjeron derrumbes, inundaciones en oficinas y bloqueos por exceso de tierras en carreteras. Según los datos de la AMETSE, el municipio se llevó lo peor en las primeras horas, con un acumulado de hasta 125 litros por metro cuadrado.