Hombres que quieren reinar

Las cumbres del poder causan mal de altura ética. Creerse impune evidencia insuficiencia de oxígeno moral. Sobre todo si se escalan de manera torticera. Tal como se ha venido haciendo en España desde el aterrador 11 de marzo de 2004. Se ha hecho, y se está haciendo tanto daño a España, que hasta se han atrevido a blanquear a la banda terrorista ETA. El historiador y escritor romano Suetonio (Italia, 69-140 d.C.) autor de Vidas de los 12 Césares, escribió: “En un estado verdaderamente libre, el pensamiento y la palabra deben ser libres”. Libres quiere decir responsables de nuestros actos. ¿Cómo vamos a ser libres en España si no somos ciudadanos y sociedad civil consecuentes con nuestros deberes políticos? Libertad ¿sin poder aprender nuestra historia con rigor documental y honradez intelectual? El resultado siempre es el mismo. La proliferación inexorable de la asfixiante corrupción. Así se destruye, no ya la democracia, se destrozan las naciones. Para muestra el desastre de desgobierno que encabeza el Minotauro que se esconde tras los muros del Palacio de la Moncloa. Su mentor, príncipe de Delcy Rodríguez, siempre le acompaña. No hay trucos de propaganda, montajes escénicos plañideros, ni kilos de maquillaje que le sirvan para persuadir sobre la naturaleza real de su llegada al poder, ni de quienes le eligieron y ayudaron en la escalada. Tanto en España como en el extranjero. Antonio Escohotado definía muy bien a los dos hombres que quieren reinar. “En España hay un señor llamado Sánchez. Hace un año dije, el problema de este señor es que no existe, es decir, es un fosfeno. El fosfeno es lo que se produce cuando cerramos el párpado, se producen como unas señales difusas de luz. Nuestro caballero es un fosfeno del caballero Zapatero, que a su vez no es un fosfeno, sino una maldición, pero muy seria. Como no teníamos desde Fernando VII. Lo peor que le ha pasado a nuestro país con diferencia. Peor que Fernando VII. Que es el que ha sacado el hacha de la Guerra Civil y del odio. Y sobre todo la mentira con tanta desvergüenza, que encima ha sacado una ley de memoria histórica, y ahora va a sacar una, si se lo permiten, al inexistente fosfeno Sánchez, va a sacar una variante que prohíbe discutir la versión de la Guerra Civil de estos analfabetos”. Como no preguntarse ¿para qué y al servicio de qué y de quienes está la política en España?