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A Vuelapluma
Ayer a mediodía, con unos 32º C de temperatura, coincidimos en la parada del bus una señora sudamericana y yo. Hablando, me enteré que viajaríamos en el mismo bus juntos durante dos paradas, pues ella iba a limpiar una oficina de viajes de un histórico grupo empresarial de los grandes almacenes más famosos de España. La conversación me trajo a la memoria la canción de Sabina que dice: Quemaron todas las naves / Para iniciar una nueva vida / Pagaron cara la llave / Falsa de la tierra prometida / … / La madre patria recibe / Al inmigrante por peteneras /... / Se matan haciendo camas / … / Por un jergón y un plato de sopa / Con una alfombra y un Kleenex / Le sacan brillo al culo de Europa. Aprovechaba el mediodía para ir a limpiar durante 20 minutos, dos días a la semana, dicha oficina, mientras salía de donde estaba echando 3 horas porque se lo permitían en ese domicilio, cogía el bus cuesta arriba y luego bajaba andando a terminar su otro jornal. Esa es la España que hemos construido y en la que acogemos “con los brazos abiertos a nuestros paisanos de allende los mares”.
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