Nuevos bosques contra el calor: la gran apuesta de Almería para combatir el clima extremo

Más de 17.000 hectáreas de monte público en Almería podrían convertirse en sumideros de carbono si se activan los proyectos del nuevo Catálogo Andaluz de Absorción. El objetivo, luchar contra el calentamiento

El milagro del desierto almeriense: hay plantas que 'fabrican' su propia agua

Imagen de archivo de las reforestaciones que se han venido efectuando en la Sierra de Gádor.
Imagen de archivo de las reforestaciones que se han venido efectuando en la Sierra de Gádor. / Marian León

Durante más de cuatro décadas, miles de hectáreas de terrenos públicos en Almería han permanecido sin una cubierta forestal real. Ahora, muchos de estos suelos degradados podrían convertirse en nuevos pulmones verdes. La Junta de Andalucía ha publicado el Catálogo Andaluz de Proyectos de Absorción (CAPA), que identifica 17.037 hectáreas en la provincia aptas para repoblación forestal.

El documento, fechado en marzo de 2025, incluye fincas que no eran bosque desde 1984, la referencia usada por el Ministerio para la Transición Ecológica. Este criterio técnico garantiza que solo se computen las repoblaciones que realmente aumenten la masa forestal, permitiendo que las capturas de CO₂ se inscriban en el registro nacional de huella de carbono.

Pero no todo ese potencial está activo. Solo dos montes en Almería han sido validados hasta ahora para reforestación inmediata: Los Barrancos (Vélez Blanco), con 70,17 hectáreas, y Cueva de Botías (Berja), con 7,22. Ambos son proyectos tipo A: forestación en terrenos sin arbolado desde hace al menos 40 años.

Estos primeros pasos permitirán que tanto entidades públicas como empresas privadas puedan presentar proyectos sobre esas superficies. Al estar inscritos oficialmente, cuentan con preferencia para recibir financiación y ser registrados como sumideros de carbono.

Entre los montes prioritarios en espera destacan Cortijo de la Zarba (1.178 ha), El Chortal (1.174 ha), Barjalí (891 ha), Las Lomillas (837 ha) y Cabo de Gata-Níjar (684 ha). Todos figuran en el Anexo II del catálogo y cumplen los requisitos para futuras fases.

Además de capturar dióxido de carbono, la reforestación busca fomentar el desarrollo rural con empleo local, conservación de biodiversidad y restauración de suelos. Se considera clave frente a la desertificación, especialmente grave en el entorno almeriense.

La Junta plantea un modelo de colaboración público-privada: los terrenos siguen siendo públicos, pero las empresas pueden invertir a cambio de compensar su huella climática. El catálogo se actualizará cada cuatro años y seguirá ampliándose.

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