Sin Suárez ni Pubill ante el Oviedo con 50 millones en juego
UD ALMERÍA | Análisis
La LFP y la RFEF dejan desamparada a la UD Almería, que tendrá que afrontar el play-off sin dos de sus principales baluartes
Llueve sobre mojado porque ya le ocurrió al Zaragoza con el propio Suárez en 2020, al Alavés con Antonio Blanco en 2023 o al Córdoba con Florin Andone en 2016
Luis Suárez, convocado por Colombia: el Almería pierde a su estrella

Almería/La Liga de Fútbol Profesional, presidida por Javier Tebas, la Real Federación Española de Fútbol, dirigida por Rafael Louzán, y la FIFA, con Gianni Infantino a la cabeza, han dejado desamparada a la UD Almería, que en el momento cumbre de la temporada se ve sin dos de sus principales baluartes en ataque y defensa, Luis Suárez y Marc Pubill, ante las citaciones de las selecciones en una ventana internacional cuya existencia cuando se confeccionó el calendario el verano pasado ya se conocía y nadie en ningún organismo movió un dedo por evitarla. España sub-21 citó al lateral diestro para el Europeo de la categoría en Eslovaquia y como medida de gracia Santi Denia lo dejó jugar contra el Tenerife en la última jornada de la fase regular. Colombia llamaba el lunes por sorpresa al ariete cafetero para cubrir las sucesivas bajas de varios de sus delanteros por lesión.
La afición rojiblanca, en estado de shock desde que se conoció la noticia, habla de 'competición adulterada' y razón no le falta. En primer lugar porque el calendario bien pudo en su día recoger alguna jornada más intersemanal que hubiera evitado que la promoción coincidiese con las convocatorias internacionales, algo que sí previno la Segunda inglesa, compuesta nada menos que por 24 escuadras en lugar de 22, con lo cual el problema no radicaba en la ausencia de fechas, sino en una cuestión de incompetencia manifiesta. Luego está la postura inflexible del combinado colombiano, quien asistido por la normativa vigente no se ha mostrado dispuesto a ceder pese a los denodados esfuerzos de la UDA por retenerlo y aun sabiendo que para Néstor Lorenzo, su seleccionador, es la última opción en el ataque y probablemente tenga un papel residual en las eliminatorias por el Mundial de 2026 ante Perú este viernes y Argentina el próximo miércoles, coincidentes con la semifinal del play-off de ascenso ante el Real Oviedo.
En el Carlos Tartiere, obviamente, se frotan las manos con la coyuntura que se les presenta. No en vano sustituir a una figura del calado de Luis Suárez en la división de plata es imposible. Hablamos del Pichichi de la categoría con 27 tantos y del segundo jugador de las dos principales divisiones entre las cinco grandes ligas que ha participado en más goles este curso (35, 27 goles y 8 asistencias), solo detrás de Mohamed Salah (47, 29 + 18 asistencias) en el Liverpool. Esos datos hablan a las claras de la pérdida irreparable que para el conjunto indálico supondrá la ausencia de su estilete, el gran generador de juego ofensivo del equipo. Sin ir más lejos esta misma temporada los tres goles que el Almería le endosó al Oviedo en la liga regular tuvieron el sello del atacante de Santa Marta, doblete en la derrota por 3-2 de la ida y el tanto que sirvió para igualar en el Juegos Mediterráneos.
Eso incidiendo en el daño deportivo, pero es que el agujero económico también puede ser irreparable. En una fase de ascenso a Primera hay alrededor de 50 millones de euros en liza, la cantidad que el equipo que finalmente logre ascender a la máxima categoría se embolsará gracias a que se disparan los ingresos en concepto de derechos televisivos. Por no recordar que en el caso de los rojiblancos, y como recién descendidos, percibieron una compensación económica que emplearon para mantener salarios altos esta campaña con la meta de volver a subir lo antes posible. Hay quien apunta a que el jugador bien pudo negarse a acudir declarándose en rebeldía, pero hacer eso sin que la negociación entre club y Federación haya dado luz verde lo expone a sanciones y a no ser citado nunca más por su selección, algo que a Suárez, con 27 años y buenos años de fútbol por delante, le cortaría las alas.
Desde otras latitudes esgrimirán que no es la primera vez que sucede algo por el estilo. El Real Zaragoza, sin ir más lejos, teniendo a Luis Suárez en sus filas en 2020 también se vio privado de su concurso en el play-off de ascenso. En su caso fue que por efectos de la pandemia de coronavirus se retrasó tanto la fecha del partido, con el Fuenlabrada encerrado en un hotel, que al máximo realizador del conjunto maño se le acabó el contrato de cesión y tuvo que volver al Watford. Al Córdoba en 2016 le ocurrió una casuística muy similar, ya que Florin Andone metió 21 goles esa campaña y se perdió la última jornada contra el Almería y el play-off a Primera al ser convocado por Rumanía para la Eurocopa. El Alavés sufrió algo parecido a lo de Pubill con Antonio Blanco en el verano de 2023, pues tuvo que acudir a la llamada de Santi Denia a la sub-21 y se quedó sin poder disputar la final por el ascenso.
Como se ve ni es el primer caso ni, por desgracia, pinta que vaya a ser el último porque los organismos implicados, LFP, RFEF y FIFA siempre se van de rositas pese a ser los clubes quienes pagan las elevadas fichas de sus futbolistas (en el caso de Suárez es el mejor pagado del plantel unionista con cerca de un millón neto al año) y luego carecen de mecanismos de defensa en estos casos, con compensaciones generalmente ridículas y supeditadas a lesiones durante la estancia con los respectivos combinados nacionales. Mohamed Al-Khereiji, flamante nuevo propietario de la UDA, se lleva su primer gran revés y la sensación dentro del club es de consternación y cabreo generalizado. Tocará jugársela con Baptistao en punta y los recambios de Marezi y Rachad.
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