La Torre de Cabo de Gata encara su rehabilitación y será abierta en 2026
Medio millón de euros, devolverán restuarado este icono del parque natural que podrá ser, además, visitado
Plan Turístico de Grandes Ciudades: la Torre de San Miguel se transformará en un centro para visitantes

La Torre de San Miguel, Bien de Interés Cultural y uno de los iconos que caracterizan el admirado paisaje de Cabo de Gata, sale de una vez por todas de su deterioro progresivo desde que en la década de los 90 dejara de funcionar como insfraestructura de la Guardia Civil. Dentro de poco entrará en fase de obras de rehabilitación, respetuosa con esta torre defensiva del siglo XVIII, que permitirán, además de su correcta conservación, abrir la atalaya al público como oficina de información turística dedicada al parque natural, con espacios expositivos y un mirador 360 grados desde el que poder contemplar las imponentes vistas.
La reciente concesión administrativa de 15 años otorgada por la Consejería de Sostenibilidad para la ocupación del dominio público marítimo-terrestre ha permitido a la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, presentar el proyecto de rehabilitación desarrollado por el estudio Cano Lasso –autor del Madrid Arena y del Pabellón de España de la Expo 92–, a partir de la idea ganadora del concurso de arquitectura organizado con el respaldo del Colegio Oficial de Arquitectos de Almería con el exitoso resultado de captar un centenar de propuestas, lo que ofrece garantías de partida a esta actuación que promete ser conservadora hasta con las huellas que ha dejado sobre la atalaya el paso del tiempo, devolviéndole fortaleza y, sobre todo, uso social.
Según ha explicado Vázquez en una rueda de prensa ofrecida a los pies del torreón, el proyecto, respaldado de una inversión de medio millón de euros del Plan Turístico de Grandes Ciudades, está listo para su aprobación en Junta de Gobierno Local, paso previo a su licitación. “La previsión es que las obras comiencen en el último trimestre de 2025 y concluyan durante el primer cuatrimestre de 2026”, ha anunciado la alcaldesa, destacando que “la torre acogerá en su planta baja un punto de información turística, mientras que la planta alta será un espacio expositivo y cultural, con la cubierta habilitada como mirador, respetando los valores históricos, arqueológicos y constructivos del inmueble”.
El arquitecto Alfonso Cano Pintos –hijo del autor de la Universidad Laboral–, ha desgranado, en representación del equipo redactor, las tres líneas clave que a su juicio vertebran la propuesta denominada Torre Varada. El primer objetivo del proyecto es garantizar la conservación del BIC mediante una intervención respetuosa que mejore sus revestimientos y elementos arquitectónicos.
Recuperará la imagen que lucía hace 250 años, por lo que será derribado el muro perimetral de hormigón, sin valor, y se volverá a reconstruir el puente elevadizo de madera. En los trabajos solo se emplearán materiales originales, como la piedra y la cal, o compatibles con los mismos y, una vez garantizada su preservación como segundo objetivo, la intervención apuesta por dotar a la torre de un nuevo valor social y funcional, convirtiéndola en un espacio vivo dentro de su entorno natural, turístico y cultural.
El PSOE ha aplaudido el anuncio de obras de la regidora, si bien afea el tiempo transcurrido desde el primero, allá por 2008, con la fe puesta, como ha manifestado Lidia Compadre, en que “no sea otro día de la marmota”.
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