Mar, fuego, calor y una provincia sin reloj: San Juan prende Almería
Almería reparte madera limpia y despliega un gran operativo de limpieza y seguridad para la noche de San Juan
Almería apuesta por una noche de San Juan sostenible con una experiencia piloto que reparte gratis 80.000 kilos de madera

La noche de San Juan más calurosa que se recuerda en años se vive en Almería con temperaturas asfixiantes. Mientras miles de personas celebran en la arena y lanzan deseos al mar, el calor apenas da tregua. El termómetro no baja de los 28 ºC en muchas zonas del litoral, la humedad es elevada y el bochorno se hace notar incluso pasada la medianoche. El ambiente es denso y el aire caliente, en una fiesta marcada más por el sudor que por la brisa marina.

Las playas de la capital se llenan de hogueras, reencuentros y saltos sobre las olas en una de las noches más esperadas del año. La ciudad reparte madera limpia, hay concierto en El Palmeral y fuegos artificiales frente a La Térmica.
El verano arranca en Almería como manda la tradición: con fuego, mar y una ciudad entera celebrando la vida. La noche de San Juan tiñe ya las playas de hogueras, música y reencuentros, en una cita que miles de personas viven como lo que es: un ritual colectivo, una excusa para mirar al cielo sin prisas.
Desde primera hora de la tarde, la imagen se repite en todos los accesos a la playa: familias, grupos de amigos y parejas cargados con leña, sillas, neveras y ganas de fiesta. Por primera vez, el Ayuntamiento reparte 80.000 kilos de madera natural, evitando el uso de palets con clavos y maderas tratadas. Una medida práctica, sin alardes, que contribuye a mantener la arena más limpia para el día después.

El ambiente es tranquilo, multitudinario y festivo. A las 23:00, el grupo Liverpool anima la noche en El Palmeral con clásicos del pop y el rock que hacen cantar y bailar a cientos de asistentes. A medianoche, los fuegos artificiales desde la zona de La Térmica iluminan el cielo en ese momento exacto en que la primavera se despide y el verano entra por la puerta grande. Justo entonces comienzan los saltos sobre las olas, los deseos lanzados al viento, los abrazos que se repiten año tras año.
La ciudad despliega un operativo especial de limpieza y seguridad con más de 100 operarios, 50 máquinas, Policía Local, Protección Civil y Bomberos. A las seis de la mañana arranca el trabajo para dejar la arena lista para los primeros baños del martes, que en Almería capital es festivo local.

La celebración se extiende por todo el litoral. En Adra, la Playa de San Nicolás acoge un castillo de fuegos y una gran hoguera municipal. En Roquetas y El Ejido, las barbacoas toman protagonismo. En Mojácar, la fiesta arranca con juegos acuáticos desde la tarde y se prolonga hasta las tres de la madrugada con música en directo, ‘sardinada’ y hoguera oficial.
Carboneras, Garrucha, Vera y San Juan de los Terreros (Pulpí) también se suman con conciertos, hogueras y espectáculos frente al mar. En algunos municipios como Níjar o Vera, las hogueras están limitadas o exigen autorización previa, mientras que en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar están totalmente prohibidas.
La brisa del mar, el crepitar de las brasas y las canciones que van de hoguera en hoguera hacen de esta noche algo más que una tradición. Es un reencuentro. Es una ciudad que vuelve a encenderse, sin prisa, sin reloj, con el verano por delante.
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